La inseguridad se ha intensificado en Bogotá, con una serie de ataques armados a restaurantes populares que han sacudido a los clientes y han puesto al sector gastronómico en alerta máxima. En una serie de atrevidos ataques, los comensales son el principal objetivo, obligados a entregar sus objetos de valor, incluidas carteras, joyas y teléfonos móviles, a punta de pistola.
Una tendencia alarmante comenzó a surgir la noche del 6 de febrero, cuando tuvo lugar un descarado robo a mano armada en Masa, una panadería y cafetería en la Calle 81, Carrera 9, en el corazón de la Zona T, cerca del vibrante distrito gastronómico y de vida nocturna de Bogotá. Asaltantes enmascarados y armados irrumpieron en el establecimiento, provocando el caos mientras los clientes eran asaltados de forma rápida y calculada.
El siguiente incidente del domingo tuvo como objetivo el restaurante Usaquén Abasto, donde dos ladrones aprovecharon para robar un reloj Rolex a uno de los comensales. Los delincuentes, sin embargo, encontraron un giro inesperado cuando el reloj robado era, en realidad, falso.
El incidente más reciente tuvo lugar la noche del lunes en el barrio de Cedritos, donde la popular hamburguesería Pecado Capital fue víctima de un robo masivo por parte de dos atrevidos ladrones en motocicleta. Poco después de las 20.30 horas, los clientes del restaurante se encontraron a merced de un delincuente armado que se llevó teléfonos móviles y dinero en efectivo tras proferir amenazas.
La preocupante tendencia ha generado preocupación en el sector de la gastronomía, obligando a las empresas a reevaluar las medidas de seguridad y preocupando a los clientes de que comer fuera en Bogotá se ha convertido en un riesgo innecesario. Un comensal en el robo Masai describió la terrible experiencia como aterradora, dado que muchas mujeres fueron asaltadas a punta de pistola. «Había gritos dentro del restaurante, porque un tipo bastante joven estaba agrediendo a todos», comentó a los medios. La policía se presentó en casa de Masa media hora después del robo.
Mientras las autoridades inician investigaciones sobre tres incidentes de alto perfil en lugares muy familiares para visitantes y expatriados, los establecimientos afectados enfrentan las consecuencias económicas de la situación de seguridad en Bogotá, que requerirá más policía en las calles y clientes de restaurantes más cautelosos, como: cuyos accesorios personales (joyas, relojes y dispositivos electrónicos) son verdaderamente esenciales para disfrutar de la vibrante y enérgica escena culinaria de la capital.