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BOGOTÁ, Colombia – El cultivo de coca en Colombia alcanzó niveles récord el año pasado, dijeron las Naciones Unidas, mientras la administración del presidente Gustavo Petro lucha por reducir la pobreza en áreas remotas y luchar contra los grupos armados que se lucran con el tráfico de cocaína.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito publicó nuevos hallazgos sobre el cultivo de coca durante el fin de semana, y dijo que 230.000 hectáreas (alrededor de 570.000 acres) de tierras agrícolas en Colombia fueron sembradas con coca en 2022, un aumento del 13 por ciento respecto al año anterior.
El país sudamericano es el mayor exportador mundial de cocaína, que se elabora a partir de hojas de coca. Colombia suministra anualmente el 90% de la cocaína que se vende en Estados Unidos.
El gobierno colombiano anunció el lunes que la cantidad de tierra sembrada de coca está aumentando a un ritmo más lento que en años anteriores. Espera que nuevos programas que proporcionen mayores incentivos económicos para que los agricultores adopten cultivos legales ayuden a reducir la producción de cocaína en los próximos años.
«Estamos aplanando la curva», dijo en conferencia de prensa el ministro de Justicia, Néstor Osuna, en referencia al aumento anual de 13 por ciento en la superficie sembrada de coca. Señaló que el cultivo de coca en Colombia aumentó más de un 40% entre 2020 y 2021.
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El sábado, el presidente Gustavo Petro, cuyo gobierno ha reducido los objetivos de erradicación de la coca, criticó los esfuerzos liderados por Estados Unidos para combatir la producción de drogas mediante la erradicación de cultivos de coca, calificando el enfoque como un fracaso.
En su intervención en una conferencia latinoamericana sobre política de drogas organizada por su administración, Petr instó a los vecinos de Colombia a cambiar su enfoque respecto de la política de drogas. Dijo que el consumo de drogas debería abordarse como una «cuestión de salud pública» y no como una cuestión militar.
«Necesitamos poner fin a esta política desastrosa que culpa a los agricultores (por la producción de cocaína) y no pregunta por qué la gente en algunas sociedades consume drogas hasta el punto de suicidarse», afirmó. «Las drogas reemplazan el desamor y la soledad».
Según el informe anual de la ONU, el cultivo de coca en Colombia se ha expandido más en las regiones fronterizas donde la cocaína es fácil de transportar y exportar, particularmente en el estado de Putumayo, a lo largo de la frontera sur de Colombia con Ecuador.
Funcionarios de la ONU dicen que la producción de coca en el interior de Colombia ha caído debido a la caída del precio de la hoja de coca, diciendo que ha dado a los funcionarios la oportunidad de incluir a los agricultores en proyectos de reemplazo de cultivos.
«Debemos trabajar para fortalecer las economías legales» en áreas aisladas «y no sólo atacar las economías ilegales», dijo Leonardo Correa, coordinador regional del sistema de monitoreo de la coca de la ONU.
La cosecha de coca en Colombia cayó levemente entre 2017 y 2020 luego de un acuerdo de paz entre el gobierno y el movimiento rebelde más grande del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Pero desde entonces la siembra ha aumentado a medida que grupos armados más pequeños que se benefician del tráfico de drogas se han apoderado de territorios abandonados por los combatientes de las FARC.
El ministro de Justicia dijo que Colombia planea abordar la producción de cocaína mejorando la educación, la salud y la infraestructura en varias áreas llenas de cultivos de coca.
«El éxito de nuestra política contra las drogas debe medirse en términos de reducción de los delitos violentos y de la pobreza en las regiones cocaleras», afirmó Osuna.
