El brote de coronavirus en Bogotá –para quienes siguen el número diario de infecciones– ha sido frustrante, desalentador y en ocasiones alentador desde que se confirmó el primer caso el 6 de marzo.
El viernes, con 115 nuevos casos notificados en la capital por el Instituto Nacional de Salud (INS), la situación parece volver a mejorar, ya que el país ha confirmado 606 nuevos casos, elevando el nuevo total a 14.216.
A pesar del elevado número de casos de COVID-19 en Colombia, Bogotá, con 5.008 casos, representa ahora el 35% del total del país, habiendo comenzado la semana con un 38%. La caída de cuatro puntos contrasta con otras regiones que luchan por contener la infección, en particular en los departamentos de Meta, Magdalena, Amazonas, Nariño, Valle y Atlántico.
Las tres ciudades costeras más grandes del país, Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, han visto aumentar sus casos de coronavirus, con 85 confirmados en Cartagena el viernes. «Debemos actuar rápidamente y trabajar juntos por Cartagena», dijo el ministro de Salud, Fernando Ruiz, tras reunirse con las autoridades locales en el puerto histórico para evaluar la infraestructura médica.
El departamento de Bolívar, del que Cartagena es la ciudad más grande, tiene más de 1.136 casos y ha reportado 65 de las 546 muertes del país. El ministro Ruiz anunció que «situaciones especiales» de la enfermedad afectan al Centro Penitenciario de Ternera, el mercado de Bazurto y varios hospitales. «La epidemia de Cartagena está muy extendida», confirmó el ministro Ruiz. El alcalde de Cartagena, William Dow, impuso estrictas medidas de cuarentena en conjunto con la Emergencia Sanitaria Nacional, incluida la prohibición de la venta de licores durante el fin de semana del Día de la Madre.
El viernes se reportaron 21 muertes en Bogotá, Tumaco, Mosquera, Cali, Barranquilla y Leticia. Bogotá tuvo dos de las víctimas. Todas las muertes se debieron a afecciones médicas preexistentes, incluidos cáncer, hipotiroidismo, diabetes e insuficiencia cardiorrespiratoria.