Bogotá (AFP) – Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo, estableció un nuevo récord el año pasado en la producción de la droga y el procesamiento de la hoja de coca a partir de la cual se elabora, según indicó el lunes un informe de las Naciones Unidas.
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El cultivo de hojas de coca fue un 13 por ciento mayor el año pasado que en 2021, mientras que la producción de cocaína aumentó de 1.400 toneladas a 1.738, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Estas fueron las cifras más altas desde que la ONU comenzó a monitorear en 2001. La mayor parte de la cocaína de Colombia tiene como destino Estados Unidos y Europa.
La producción de hoja de coca abarca actualmente más de 230.000 hectáreas en el país.
Casi dos tercios de la cosecha de coca se cultiva en los departamentos sureños de Nariño y Putumayo, fronterizos con Ecuador, que luchan contra la violencia de las bandas de narcotraficantes, y en el norte de Santander, en la frontera con Venezuela.
Según el informe, aproximadamente la mitad de la cosecha de drogas de Colombia se encuentra en reservas indígenas, reservas forestales y parques naturales.
Las nuevas cifras llegaron un día después de que el primer presidente izquierdista de la historia de Colombia, Gustavo Petro, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, criticaran la llamada «guerra contra las drogas» liderada por Estados Unidos.
La campaña sólo ha beneficiado a los cárteles de la droga y ha alimentado la violencia sin abordar las causas fundamentales del crimen, como la pobreza y el desempleo, dijo Petro en una cumbre latinoamericana en Cali para discutir nuevas formas de abordar el tráfico de drogas.
Participaron unas dos docenas de líderes de países de América Latina y el Caribe.
Colombia y México fueron las «mayores víctimas» de la «guerra» liderada por Estados Unidos que ha criminalizado y empobrecido a mucha población rural, añadió el presidente.
Se acerca una nueva política.
Petro, que asumió el cargo el año pasado, ha lanzado una amnistía para los narcotraficantes dispuestos a abandonar su negocio en pos de su búsqueda de la «paz total» en el país devastado por la violencia.
El presidente también propuso adquirir tierras cultivables para redistribuir a los pequeños agricultores para que se ganen la vida con cultivos legales, libres del yugo violento de las bandas de narcotraficantes de las que dependen para su sustento.
El cultivo de coca es ilegal, pero constituye un medio de vida para muchos en este país sudamericano de 50 millones de habitantes.
Gran parte del sector está controlado por grupos armados, ya sean guerrillas de izquierda, guerrillas de derecha o cárteles de la droga.
Colombia sigue siendo el mayor productor del mundo, seguida por Perú y Bolivia.
El país pronto adoptará una nueva política de drogas, dijo el gobierno, destinada a tomar medidas enérgicas contra las organizaciones criminales y al mismo tiempo causar el menor daño a los productores rurales pobres.
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