Antes y después de: el Tropicarium del Jardín Botánico de Bogotá
Hace casi una década, las noticias inundaron los medios colombianos. el anuncio del proyecto ganador del Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá. Hoy queremos traeros toda la información que hemos recopilado desde entonces, tanto del concurso ganado por DARP como del proceso de construcción -hasta su inauguración en 2021- y su evolución en los últimos tiempos.
Esperamos que este viaje arquitectónico te ayude a conocer cada paso, cada decisión y cada detalle que contribuyó a su realización. Entendiendo que su verdadero legado radica en cómo transforma vidas, inspira comunidades y perdura en el tiempo.
La competencia:
La convocatoria impulsada por la Sociedad Colombiana de Arquitectos, a pedido de Bogotá Humana, buscó fortalecer el rol del Jardín Botánico como referente en la investigación científica y la gestión del conocimiento sobre los ecosistemas. Se presentaron veinticuatro propuestas, de las cuales el jurado otorgó un primer, segundo y tercer lugar, así como dos menciones, enfocándose en su unidad y coherencia. Se planteó la integración de diversos servicios en un solo proyecto, teniendo en cuenta las particularidades de cada uno, así como su imagen institucional y su adecuación al entorno urbano previsto.
El jurado ha destacado el primer premio de DARP – Arquitectura y Paisaje, un proyecto sobrio y «especialmente sensible en su ejecución, configurando un paisaje integrado en el entorno, [in which] se articula con las colecciones de páramos y humedales adyacentes del Jardín a través del sistema de agua”. Además, enfatizaron que “el resultado espacial transforma el edificio en un espacio de transición dentro del jardín, permitiendo a los usuarios tener una experiencia de aprendizaje e interpretación”.
Construcción:
Tres años después de la adjudicación, el arquitecto Nicolás Valencia habló sobre los avances de la construcción con Jorge Buitrago y Jaime Cabal, directores del proyecto y cofundadores de la oficina de Colombia. “La apuesta fue pensar el proyecto como una serie de pequeños paisajes interconectados a través de áreas configuradas como humedales artificiales”, explican. “Es un tipo de ecosistema que, aunque no forma parte de la competencia, ha sido muy importante en el territorio de la sabana de Bogotá”.
El proyecto comenzó a construirse en 2016 y se dividió en tres fases. La primera fase consistió en la construcción de tres estructuras que albergan las colecciones. Bosque Seco, Plantas Útiles y Especializadas y Biodiversidad. Esta etapa también incluyó obras de cimentación general, áreas técnicas y conexiones con el resto del jardín botánico. La segunda fase se centró en la construcción de la estructura más grande, con alrededor de 25 metros de altura, que representa los ecosistemas biogeográficos del Chocó y la Amazonía. La última etapa se realizó simultáneamente con la construcción de las estructuras y abarcó el desarrollo museográfico y paisajístico de las diferentes colecciones, incluyendo la implantación de vegetación y la incorporación de elementos escenográficos definidos por el Jardín Botánico de Bogotá.
El edificio:
Según los autores, “fue decisiva la conservación de las palmas de cera que la rodean, especie declarada árbol nacional, en peligro de extinción y de crecimiento muy lento. Estas palmas viven más de 100 años, alcanzando alturas de hasta 70 metros. Alrededor del Tropicario existen más de 70 palmeras de este tipo en estado adulto, lo que planteó la necesidad de utilizar un sistema de formas flexibles que no las afectara”.
“Otra condición importante fue la integración en la estructura del Jardín Botánico y su fuerte vocación educativa y divulgativa. El Tropicarium forma parte del recorrido general del jardín, y la arquitectura propuesta se genera por el hecho de atravesarlo, por lo que no podía ser concebida como una edificación encerrada por muros, la pregunta orientadora fue ‘¿Cómo nos relacionamos con el paisaje de la Sabana de Bogotá?’ Esta pregunta requería que el proyecto funcionara como un espacio de difusión y enseñanza sobre los valores y amenazas ambientales que enfrenta este territorio, como una forma de contribuir a la cultura paisajística local.La respuesta implicó entender la edificación como un sistema, partes interconectadas que forman un todo». Puede leer más sobre el trabajo realizado en el siguiente enlace.
El despues:
Este 2023, con motivo de la Semana Internacional de la Sostenibilidad, fuimos invitados a la ciudad de Bogotá y no perdimos la oportunidad de escaparnos a visitar el Tropicario del Jardín Botánico. Visitar un lugar lleno de plantas y árboles, y presenciar cómo florecen y evolucionan con el tiempo, es un testimonio del hecho de que la transformación no ocurre de la noche a la mañana. También dice mucho sobre la sostenibilidad.
Pero lo más llamativo fue el interés mostrado por todos los visitantes en recorrer detenidamente este circuito de invernaderos, no solo para conocer cada clima. la selva tropical, el bosque tropical seco, el: superpáramolas plantas útiles, y las plantas para la conservación pero también para asombrarse con el inmenso potencial de la arquitectura colombiana.
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